Marcelo Puella

«El Peronismo es una forma de vida. El Peronismo es la antítesis a esto que se está viviendo. Nosotros, a quienes nos corre el Peronismo por la sangre, estamos sufriendo la realidad. Esto lo sufrimos, no lo dejamos en la puerta de casa. Por momentos nos quebramos, ahí hablo en nombre de Marcelo Cuellar. Trato de evitar ver cosas que me hacen caer una lágrima. Veo mucha gente en situación de calle, muchos abuelos que ya no pueden comprar un remedio. Veo gente que ya no puede comer. Veo más gente que se ha caído del sistema. Hoy no ves gente pidiendo por la calle, como veías antes. Antes te veían y te pedían si tenías algo para dar. Ahora te dicen ´por favor´ o ´disculpe´, te das cuenta que es gente que se cayó del sistema», señala Marcelo Puella, voz autorizada en la lectura de la realidad, desde su lugar de referencia principal en el FRENAP.   Además, sostuvo que «el Peronismo tiene en una de sus columnas vertebrales a la justicia social, y este gobierno está gobernando sin justicia social. Estamos tocando lo más sensible, han cruzado una línea muy delgada que fue meterse con nuestros jubilados y nuestros abuelos. Creo que ese era el límite. Ya haberse metido con nuestra universidad pública fue grave. Haberse metido con el bolsillo del trabajador. Haberse metido con el trabajo porque cada vez hay más gente desocupada. Hay gente que cayó en la pobreza y hay gente que estaba en la pobreza y cayó en la indigencia».   «Eso al Peronismo le hace mucho daño, en consecuencia estamos trabajando para ver cómo generamos una alternativa de cambio, y para eso tenemos que tomar la conducción del partido, por sobre todas las cosas, es decir, ordenarnos. Creo que el que votó a Milei pensó que las balas de las que hablaba el presidente nunca le iban a tocar a él. Pensaba que el recorte era para la casta, para la clase política», aseguró Puella.   «Nunca se pensó que alguien podría recibir 160 mil pesos de luz. Nunca se pensó que hubiera tenido que ser necesario socorrer a la vecina que no tiene para su medicación. Nunca se pensó que a tu viejo o a tu vieja los podrían golpear en una plaza. El otro dia pensaba acerca de los 17 mil pesos que piden los jubilados, y son 13 empanadas. Estamos hablando de un kilo y medio de carne.  Y Bullrich siente un goce que la lleva a demostrar el poder que tiene en este gobierno», concluyó.

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